No es lo habitual, pero me siento obligada a escribir una aclaración porque me ha sorprendido y mucho lo que ha ocurrido durante las últimas horas en el ayuntamiento de Alcantarilla. Tras repasar los correos electrónicos que han suscrito algunos de sus trabajadores, aquellos que firmaron un documento pidiendo que cese el acoso laboral para trece de sus compañeros, y comprobar cómo no solo culpan sino que también condenan a sus enlaces sindicales, no tengo más remedio que ponerle nombre a mi estado; ojiplática (con los ojos como platos, vamos)La sorpresa no tiene su origen en el miedo que destilan las palabras, ni siquiera en la extraña contradicción en que creo que caen muchos de ellos, porque no dicen lo mismo cuando hablan que cuando escriben. Y creed que sé bien de qué hablo. Sino en la extraña persecución del origen de una publicación en prensa, porque me trae recuerdos que no son precisamente gratos.Hasta ahora, me cabía esperar cualquier cosa de políticos, empresarios, profesionales y, por supuesto, sindicatos, pero no me esperaba que un grupo de trabajadores se lanzara a la caza y captura del responsable de que a una periodista le llegue un documento que de secreto no tiene nada, una vez que se ha registrado en el ayuntamiento. Un lugar en que, hasta donde mi modesto entender me lleva, no se registran escritos secretos. Para eso está el Centro Nacional de Inteligencia.Pues no, apreciados funcionarios y personal laboral (¿lo he escrito bien?) del ayuntamiento de Alcantarilla, la información no me ha llegado por un enlace sindical. Por favor, no les lleven hoy a la hoguera por mi culpa, no les quemen ni les condenen. Si de algo les tienen que culpar es precisamente de lo contrario, o al menos esa es mi experiencia con los representantes sindicales de la empresa para la que trabajan. Ellos mismos se lo pueden confirmar, son huesos para la prensa. Y esto, desde mi punto de vista, no es precisamente bueno. Pero allá ustedes.Respecto a la publicación, lamento anunciarles a todos que no voy a pedir permiso a nadie para publicar la información que cae en mis manos y está debidamente documentada. Eso sí, y en esto soy muy estricta, no doy difusión a los datos confidenciales de nadie. Lo que significa que nadie, excepto yo, dispone de las firmas que acompañaron al documento. Solo se ha difundido el escrito presentado. Así que, si es eso lo que les quita el sueño, vuelvan ustedes a soñar, por favor.Siempre a su disposición.logo_Isabel_Franco_250x70