Recientemente hemos asistido a la aprobación de una nueva normativa para regular el juego electrónico que se desarrolla en Internet desde nuestro país. Esta iniciativa, ya de por si recaudatoria, va a permitir dotar de seguridad a todas esas operaciones que anteriormente realizaban quienes gustan de practicar estas actividades, casi en la clandestinidad, cuando accedían a portales de juego on line.Vaya por delante que no tengo por costumbre acceder a estos portales, pero sí es cierto que me sorprende la hipocresía con que tratamos en ocasiones el tema del juego. Es evidente que la ludopatía es un problema social que destruye familias y arruina a personas para toda la vida, pero lo considero uno más de los efectos secundarios de esta sociedad, junto al alcoholismo, las adicciones en general y algunas enfermedades nerviosas.Mientras, me alegro de que a partir de ahora quienes saben hacer uso de estos entretenimientos con moderación puedan disfrutar de las garantías legales que merecen por una razón tan sencilla como ser ciudadanos de este país.