Hace cinco años, tal día como hoy, un diagnóstico de cáncer me enseñó que lo único que tenemos en la vida es tiempo. Este blog, como otras tantas enseñanzas que me ha permitido adquirir esta experiencia, atesora parte de ese valor acumulado durante los últimos años.Son muchas, demasiadas, las ocasiones en que recuerdo que de no haber sido por mi insistencia, si hubiera hecho caso cuando me decían que no me preocupase que no tenía nada, a estas alturas probablemente ya no estaría sentada delante del ordenador escribiendo a golpe de emociones.Ahora me alegro inmensamente cuando miro hacia atrás y compruebo que, no solo he vivido mucho y my intensamente, sino que destilo vida a cada segundo y que, si nada cambia, va a seguir siendo así durante mucho tiempo.Pero lo más importante de todo es comprobar que voy tomando distancia del cáncer, que las revisiones se alejan más la una de la otra en el tiempo, que mi vida y mi atención se centra en otras cuestiones sencillas pero trascendentes a la hora de darle sentido a todo.Yo sigo viva a día de hoy, como todos sin una escritura bajo el brazo que me permita saber por cuánto tiempo aún, pero consciente de que cada minuto es importante y que debo aplicar las enseñanzas de esta vivencia para que haya valido la pena el trance.Por eso y para finalizar, a ti que me estás regalando ahora parte de tu tiempo te quiero pedir una sola cosa, y no te asustes que no es para mi. Mide bien con quien gastas cada segundo, no prives de tu tiempo a quien te quiere y te lo ha demostrado para obsequiar gratuitamente a quien probablemente ni le importes ni te importe. Si tienes que elegir, que ese o esa apenas reciba lo imprescindible.(De mi blog: Yo también tengo cáncer en laverdad.es)