Durante esta semana que ya acaba, la brutal agresión a la joven Lucía G. C. el pasado 22 de enero, ha seguido siendo una referencia dentro de los titulares que la actualidad nos ha ofrecido.
Lucía G.C.: «Me siento en la necesidad de recordarles que soy la víctima de una agresión»
Comenzábamos la semana entrevistando al abogado de Lucía, Pedro López Graña, quien nos ofrecía información más detallada sobre la joven, una vez que ella misma se dirigía a los medios de comunicación, unos días después de lo ocurrido, a través de una carta manuscrita donde se definía como una persona con «sentimientos patriotas» y admitía «errores de adolescencia» y «comportamientos inadecuados» de los que se manifestaba «totalmente arrepentida».
Pedro López Graña nos contaba que «recibió una agresión brutal, verdaderamente injusta y desproporci0nada» que le ha ocasionado «no solo daño físico, sino también daño psicológico». El abogado de Lucía G.C. calificaba de «segunda agresión» las informaciones aparecidas en los medios de comunicación, denominándolo «un linchamiento sobre otro linchamiento».
Pedro López Graña: «Los golpes que recibió (Lucía) eran mortales de necesidad… Algunos de los que iban directos a la cabeza podían haberla matado, sin lugar a dudas»
La información en torno a este hecho ha sido detallada desde un primer momento, dado que las imágenes grabadas por un viandante y las que grabaron las cámaras de seguridad del establecimiento a cuyas puertas ocurrió todo, nos permitieron acceder directamente a lo ocurrido.
López Graña: «Los atacantes que declararon en el Juzgado, reconocieron que no conocían a Lucía de nada»
El abogado calificaba de «aterrador» lo ocurrido, no solo en el caso de Lucía, sino también al joven que unos días después sufría una nueva agresión a las puertas de otro establecimiento de ocio de la ciudad de Murcia.
López Graña nos recordaba que los acusados se encuentran imputados por dos delitos de extrema gravedad, lesiones y contra los derechos fundamentales o de odio, y probablemente se les impute por un tercer delito, muy grave también, de omisión del deber de socorro por salir corriendo tras la agresión.
La información siguió enriqueciéndose con matices a lo largo de ese mismo día a través de la crónica que, firmada por el periodista Javier Adán, publicaba elmundo.es en portada.
elmundo.es: «Ella no siempre ha sido la víctima, fue condenada por patear a otra chica… cuando festejaba el nacimiento de Hítler»
El retrato de Lucía G.C. que ofrece esta crónica destaca por la variedad de testimonios que recoge sobre el pasado violento de la joven. Al día siguiente, contamos en La Cuenta Atrás de GTM televisión con el testimonio directo del periodista responsable de la crónica, Javier Adán, que afirmaba coincidir en muchas cosas con el abogado.
Javier Adán: «Hablas con la Policía y te confirman que la conocían, aunque no puedes criminalizar a una víctima, existe una sentencia y está ahí»
El periodista, que destaca por su experiencia en la crónica de sucesos, relataba que en el proceso de recopilación de datos para elaborar la información se fue encontrando con informaciones que le sorprendieron y que, una vez contrastadas, incorporó a la información.
Los relatos de los padres de jóvenes afectados, los detalles de los testigos, la información policial y los datos recabados de las redes sociales ofrecen una visión mucho más amplia de la joven agredida, al margen de los rumores o afirmaciones sin contrastar publicadas en las redes sociales de las que se han hecho eco algunos medios de comunicación.
Javier Adán: «Hay que insistir en que se trata de grupos minoritarios, la absoluta mayoría de la juventud de Murcia se lo pasa muy bien en estos mismos lugares»
Tras Lucía aparecía el colectivo Lo Nuestro, cuyo portavoz señalaba a los grupos de extrema izquierda como responsables de la agresión y culpa a la «cobertura que reciben desde muchas instituciones» del alcance de lo ocurrido.
La rueda de prensa que recogimos el miércoles -mismo día de su convocatoria-, en ‘La cuenta atrás’, nos presentaba a una joven solidaria y a un colectivo preocupado por las familias necesitadas de Murcia para las que se dedica a recoger alimentos. Eso sí, bajo una particular selección, solo quienes acreditan ser españoles tienen acceso a esas ayudas.
Un colectivo que, curiosamente, se dedica a informar sobre temas de turismo y política turística, gastronomía y otras cuestiones en su blog, lo que contrasta con un reparto de alimentos en el que descubrimos que la solidaridad tiene pasaporte, o en este caso Documento Nacional de Identidad. Juzguen ustedes mismos la candidez de los integrantes de este colectivo.
Por eso, desde mi profundo respeto a las libertades, me permito dudar de la lealtad de esa recogida de alimentos en los supermercados de Murcia. Sin duda, debemos identificar claramente a quién entregamos los productos que compramos con fines solidarios para, al menos, saber dónde van a parar y quienes los utilizan para fines más o menos claros y solidarios. Qué menos que, si vamos a reforzar la imagen de una organización integrada por quienes se proclaman neonazis, sepamos que esa es la verdadera finalidad de nuestro gesto.
Yo, cuando vea imágenes como esta, tengo claro que mi solidaridad en forma de alimentos seguirá destinada a otros colectivos.
Actualización 6 de febrero:
Durante el fin de semana de publicación de este artículo contactó conmigo a través de Twitter el joven Ángel, para contarme que existe otra versión sobre lo ocurrido y también otras víctimas. Aceptamos la aparición de Ángel ante las cámaras, aunque ocultando su cara y nombre real, para dar por cerrado este tema mientras no se produjeran novedades judiciales al respecto.