Imagen: http://www.showerthinking.es/

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Ante todo, debo pedir disculpas por el retraso a la hora de actualizar el blog. Debiera estar lleno de nuevos contenidos para abordar esta enésima etapa de mi trayectoria profesional que se inicia en 2013 y, sin embargo, ha estado luciendo hasta hace poco el maravilloso post en que anunciaba la presencia en Murcia de Emilio Duró.Pues bien, hay una explicación para lo ocurrido. Un plugin me ha tenido bloqueado el panel de administración de WordPress y, pese a que el blog se podía leer, me resultaba imposible actualizar ni configurar nada. La primera en la frente, esto lo cuento por si alguien se piensa que en este mundillo existe algún inmune a los avatares de la tecnología. Yo lo dudo.Y este es el tema de mi primera publicación de este año. Si alguien nos dice que tiene controlado absolutamente todo lo que puede ocurrirle cuando se decide a editar un blog o sus cuentas en las redes sociales, lo mejor es desconfiar y lo más aconsejable aplazar su trabajo con un ‘Ya te llamaré’.Porque la experiencia me ha demostrado que es mucho más habitual de lo que pueda parecer que uno se encuentre ante una situación que no conoce ni sabe dominar y se plantee a si mismo la dichosa pregunta: ¿Y qué hago yo ahora?La misma que se hace cualquier persona cuando se introduce en el sector de las redes sociales atraída por el maravilloso perfume que emanan todos estos temas y con el que tanto cuidado hay que tener si no queremos que se convierta en un hedor insoportable favorecido por tanto tiempo como se puede perder para no conseguir nada.A través de este blog, entre otros temas, vamos a tratar de orientar con sencillez y honestidad a quienes se plantean iniciar esta aventura o dominar el timón de una nave que se empeña en desobeceder.Si les interesa, acompáñenme en este viaje, lo haremos juntos.